lunes, 29 de julio de 2013

La integración social del privado de libertad

Escrito de autoría del Licdo. Ricardo González Torres a quien agradezco su participación activa en las metas y objetivos de D.M.C.

La integración social del privado de libertad
Lic. RICARDO GONZALEZ TORRES

Desde muy temprana edad en las aulas escolares, nos enseñan sobre lo que son los  Derechos Humanos.  Aún recuerdo aquella definición que nos introducía al tema que nos inculca que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. 

Sin embargo, observamos con gran preocupación que en Panamá, a pesar de contar con una legislación que es suficiente para propiciar la garantía de los derechos humanos de las personas en condición de privación de libertad, presenta una cruda y difícil realidad, pues, las condiciones de los detenidos pueden enmarcarse dentro de una situación que más bien indica situaciones violatorias de derechos humanos en algunos casos y a pesar de los esfuerzos hechos por la entidad encargada somos del criterio que la sociedad y la empresa privada también debe tener una participación activa en la forma en que se enfrenta el problema.

Tal como se expresa en informe realizado por la DEFENSORIA DEL PUEBLO; el Sistema Penitenciario Panameño enfrenta un conjunto de graves situaciones que atentan y de vulneran de derechos humanos como: el alto grado de hacinamiento, la inadecuada infraestructura carcelaria con falta de ventilación y luz natural, sin camas, ni condiciones mínimas de higiene, el uso excesivo y recurrente de la detención preventiva como medida cautelar y el plazo desproporcionado de ésta, la incidencia de actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes y la falta de supervisión adecuada por parte del personal de custodia.

Asimismo, la falta de atención médica adecuada y los problemas en la infraestructura carcelaria propician la propagación de enfermedades respiratorias y tuberculosis, entre otras, que en algunos casos cobran, incluso, la vida de las personas dentro del recinto carcelario, debido a la falta de cuidados médicos oportunos. En este sentido, las personas que padecen de enfermedades psiquiátricas y aquellos con dependencia a las drogas y quienes tienen derecho a recibir atención sanitaria especializada no cuentan dentro de los centros penitenciarios y otros centros de reclusión con lugares de internamiento adecuados para éstos, y programas adecuados para su tratamiento.

Esta situación puede revertirse, haciendo visible la realidad que se vive en las cárceles de nuestro país, que aún hoy, y a pesar de las propuestas de cambio, de reformas y restructuración, sigue siendo invisible, por lo que se requiere aunar esfuerzos para enfrentar el problema y no violentar los derechos humanos para dar cumplimiento a la Constitución, la Ley, a los acuerdos y convenios internacionales ratificados por Panamá.

La población carcelaria en nuestro país se encuentra entre los índices más altos de América Latina. El incremento de la inconductas sociales y delictivas propiciadas por los niveles de extrema pobreza, la deserción escolar, la desintegración de la familia, la falta de oportunidades, la pérdida de valores y las inequidades sociales, entre otras, aunado a las carencias de políticas sociales bien estructuradas, sustentables y eficaces, han favorecido las condiciones para el desarrollo de la delincuencia y la violencia en nuestro país.

Ante esta realidad el estado tiene una responsabilidad Moral y real que debe asumir de manera efectiva y dinámica pero Los sistemas penitenciarios también merecen la atenta mirada de la ciudadanía para garantizar el cumplimiento humanizado de la pena y la reinserción y resocialización del privado de libertad.

Como ciudadanos debemos cuestionarnos sobre:

Qué ocurre y cuál es la realidad del Sistema Penitenciario en Panamá? Cuál es la situación de los derechos Humanos de las personas privadas de libertad? Qué se quiere en el Sistema Penitenciario Panameño? Existe y se está cumpliendo con la legislación vigente? Cuáles son las propuestas para mejorar el Sistema Penitenciario en nuestro país? Qué se está haciendo bien y qué se está haciendo mal, en el Sistema Penitenciario de acuerdo al marco jurídico vigente? Qué se quiere hacer? Existen propuestas concretas?

En este camino, resulta necesario y valioso el reconocimiento del privado de libertad como sujeto de derechos.

Los sistemas penitenciarios merecen la atenta mirada de la ciudadanía para garantizar el cumplimiento humanizado de la pena y la reinserción del privado de libertad a la sociedad.

Cuando un detenido cumple su condena con la Justicia, surge el dilema acerca de si aprovechará su nueva vida fuera de la cárcel o si volverá a cometer algún delito. En cierta forma, esto depende de su reinserción en la sociedad.  Se espera que el detenido, una vez que cumpla su condena, esté apto para convivir en la sociedad, sin volver a cometer ningún tipo de delito; Que se está  haciendo a favor de esto?

Debemos entender que  bajo la visión y el objetivo de la resocialización del detenido a través de un trabajo conjunto Estado - Ciudadanía, se pretende que la institución carcelaria genere espacios de integración y reinserción, debemos entender que la cárcel no es una institución al margen de la sociedad, es un reflejo de ella.